provoleta a la parrilla receta

Provoleta a la Parrilla

Natalio Alba uno de los tantos italianos que se radicaron en la Argentina, se especializo en la industria láctea y tuvo la grandeza de integrar las costumbres alimentarias de ambos países, logrando introducir productos indispensables de estas gastronomías, como el Queso en Italia y la Carne en la Argentina.

Fue de esta manera como un producto típico como el queso provolone italiano se integro a la perfección a nuestro asado (junto con el corte banderita). Dándose a conocer como Queso Provolone Hilado Argentino y llamada hasta hoy en día por su famosa marca comercial Provoleta.

Este queso tiene la característica de haber sido elaborado especialmente con un proceso llamado Hilado, siendo este el requisito fundamental para que el mismo sea resistente al calor y pueda ser asado en las parrillas.

Hoy en día es más difícil acceder al verdadero Provolone, porque los que conseguimos en los mercados no son todos hilados y tienen el problema de que se derriten como una Mozzarella. La mejor alternativa es buscarlos en las Casas de Quesos y por el nombre de Queso Parrillero, estos son una gran opción y de muy buena calidad pero lo que si no son muy económicos.

En la actualidad es uno de los más codiciados pedidos en los restaurant y parrillas porteñas. Donde pareciera ser en los únicos lugares donde a la Provoleta se la sirve con un dorado crocante por fuera y con un fundido blando por dentro.

Preparación de la provoleta

Lo más común es comprar el queso unos días antes y dejarlo secar a temperatura ambiente, formándose de esta manera una mínima capa superficial lo que ayudara a que mantenga su forma y ese sabor crujiente.

Una recomendación es pasar la provoleta por harina para evitar que se peguen en la parrilla, es una técnico muy usada en las parrillas comerciales, aunque no indispensable

Otra forma de preparación es manteniendo la provoleta congelada hasta el momento de colocarla en la parrilla.

Ambas formas o secretos son muy diferentes pero con grandes resultados. Solo es cuestión de probar la que mejor nos sale.

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Provoleta a la parrilla

Cuando la Provoleta es de buena calidad, se la puede cocinar directamente sobre la parrilla. Dorar una rodaja de queso provoleta de 2cm de alto y dar vuelta para repetir la acción.
Para el uso de la provoletera, llevamos la misma a la parrilla sobre fuego medio hasta que la provoleta se empiece a dorar.

La altura de la parrilla lo demandara la carne, así que solo regularemos con brasas el sector de las Provoletas.
Cuando estén listas se cortan en porciones y se sirven en platos cerámicos, ya que estos son especiales para mantener un poco la temperatura.

Condimentos clásicos

Por lo general son servidas así como salen de la parrilla, disfrutando su sabor original, siendo una especialidad combinarlas con la Salsa Criolla. Rociar con aceite de oliva, orégano, ají molido y pimienta a gusto.

Otras especialidades pueden combinarse con rodajas de tomate redondo, como también con aceitunas negras o chorizo colorado al estilo uruguayo.

Son una de las entradas más populares en la espera de la Tradicional Parrillada Argentina. Pero si la provoleta la hacemos en casa, el éxito solo depende de la calidad del Queso, siendo de textura firme con un suave sabor y con un toque ahumado.

MARIDAJE: El Malbec es uno de los vinos que va bien con los quesos, pues con él se pueden degustar los quesos maduros y semimaduros como el Provolone. Las provoletas de Cabra combinan mejor con un Syrah ya que es un vino amable y sabroso.

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